Una clema (también conocido como bornera o ficha de empalme) es un tipo de conector eléctrico en el que un cable se aprisiona contra una pieza metálica mediante el uso de un tornillo. Al cable a veces simplemente se le retira el aislamiento exterior en su extremo, y en otras ocasiones se dobla en forma de U o J para ajustarse mejor al eje del tornillo. Alternativamente, al cable se le puede crimpar un terminal para protegerlo. También se usan prisioneros, pero no son adecuados para su uso con los terminales, ya que no encajan. En cualquier caso, se ha de apretar un tornillo para asegurar la conexión. Una ventaja de las clemas es que no se han de usar conectores, así que no surge el problema de la compatibilidad por la unión de cables de diferentes secciones o formas. Además, las conexiones son muy seguras, tanto física como eléctricamente, ya que hacen un contacto firme con una gran sección del cable.